cinco siglos igual
Hace un tiempo, en el Instituto Biblico Buenos Aires (IBBA) alguien argumentó que a
los protestantes se los llamaba así por su acto de protestar. Dos mujeres se
rieron con ganas pensando que era un chiste. Sin embargo a mi entender, la
contribución mas grande que en todos los tiempos haya hecho el protestantismo
es precisamente su actitud de protesta contra todo acto idolátrico que ponga al
hombre, la iglesia o el Estado en lugar que sólo a Dios compete.
El teólogo Paul Tillich nos dice de esa protesta que “no es solamente un elemento esencial del
protestantismo de todos los tiempos, sino que es en nuestra época una
apremiante necesidad”[i]
Esta protesta, comenzó dirigida hacia un sistema
religioso y político determinado pero para ser efectiva debe hacerse también
puertas adentro; protestar contra el deseo de retornar o sacralizar
tradiciones humanas en nuestras iglesias,
Estados o partidos así como en líderes humanos.
Este es el cimiento para interpretar la famosa frase de
“iglesia reformada siempre reformándose”. No todos lo interpretan así, pero a
mi entender esta frase (de nacimiento un tanto incierto) revela el carácter
evolutivo de la teología protestante, una teología en constante mayéutica,
siempre pariendo, siempre por nacer. Siempre en análisis profético, protestando
contra las formas de opresión e injusticia en cada generación y revisando la
vida eclesial en actitud de protesta profética tratando de evadir la idolatría
en todas sus formas.
En este sentido, el que adopta la doctrina de los reformadores
o líderes actuales al pie de la letra como un escrito está, no cuestiona ni
investiga, no está siendo un protestante,
el fundamentalismo no es protestante, no hereda la actitud de la
reforma. Pensar que “criticar a la iglesia católica o al papa” es ser heredero
de la reforma del siglo XVI es tirar por la borda 500 años de historia.
Incluso a la propia Biblia el verdadero cristiano la lee
con actitud de protesta. No porque no valore el principio de sola escritura
sino porque la considera en su contexto
histórico historico. Todo literalista se enrosca en discusiones estériles que
giran en torno a si la mujer puede usar joyas y pintarse los labios, como debe
vestirse un cristiano, qué días y a qué hora le agradan a Dios que se lo adore,
cómo debe hablar o moverse. Camina por la calle pensando si una mujer puede ser
pastora y no ve a su alrededor el hambre, la injusticia y la opresión que viven
miles de conciudadanos. Cada párrafo de la Biblia debe interpretarse en su
contexto histórico, político y cultural. Tomar al pie de la letra para obedecer
ciegamente cada pasaje por mas ridículo que nos haga ver es despreciar el
mensaje divino y hacer de la Biblia un ídolo.
El protestantismo protesta contra las formas sacras y
eternas. Intenta llevar a Dios al plano de lo cotidiano. Mientras los
religiosos buscan lugares sagrados donde Dios se revela (iglesias, templos,
instrumentos) la teología protestante rompe en dos el velo que divide entre
sacro y profano para hacer de Dios, un Dios ecuménico[ii]
(omnipresente), un Dios que no se presenta en lugares determinados sino que
está presente en cada rincón de su creación.
La reforma del siglo XVI surge en un contexto político
agotado del cual la iglesia no solo formaba parte sino que sostenía con su estructura.
Cruzadas, luchas de poder, el deterioro del sistema feudal, la presión
económica hacia los fieles indulgencias incluidas son muestras de porqué la
doctrina de la sola gracia fue tan cuestionada y perseguida.
Pero hay temas de los que los reformadores ni se
cuestionaron ni reformaron absolutamente nada. Temas que no estaban en sus
mentes ni en la sociedad de su época. Ejemplo de esto tenemos en el tema de la
inclusión, tema al que los reformadores no vieron pasar ni de cerca.
“La reforma protestante no representó un alivio para las
personas con discapacidad. Martín Lutero (1483- 1546) y Joan Calvino (1509-
1564) las denunciaban como “habitadas por el demonio”. El primero llegó a
ordenar la ejecución de un niño con discapacidad mental. En las ciudades reformadas
de Hamburgo y Frankfurt existían las “jaulas de los idiotas”.[iii]
Iba a pasar mucho tiempo para que las personas con
discapacidad adquieran el rango de seres humanos con igualdad de derechos.
Ni que hablar de orientación sexual, Lutero acusaba al clero católico de “sodomita”, lo que él
entendía como pecado de homosexualidad [iv]
El calvinismo hasta 1670 registra una decapitación, un
ahorcamiento, seis ahogamientos (incluida una mujer en 1568), seis destierros y
cuatro flagelaciones como castigo a los homosexuales.[v]
Temas como estos y
otros no eran parte de la discusión del siglo XVI, hoy es necesario tener una
clara posición acerca de estos temas y solo una teología que evada la mística
superflua y busque soluciones para los problemas reales del aquí y ahora
encontrará éxito. La esterilidad que
están sumidas muchas teologías que se agarran a tradiciones nacidas en otros
lares debe ser superada por el dinamismo de un pensamiento que busque desde
Dios respuesta para la problemática actual.
Dar respuestas a preguntas que ya nadie se hace, caminar
por las nubes preocupados por cuestiones
litúrgicas sin sentido mientras miles mueren de hambre a su alrededor está
alejado de lo que Dios desea que sea su pueblo.
El mundo está invadido de innumerables males: guerras,
destrucción del medio ambiente, trata de personas, hambre, desnutrición y un
sinfín de males. Mientras los cristianos se preocupen por si una mujer puede
usar pantalón o en condenar la práctica sexual de las personas estarán errando
al blanco y no representando a aquel que pretenden predicar.
[ii]
Ecuménico en el sentido que le da la RAE: Que pertenece o se
refiere a todas las personas del mundo, a todos los países y a todos los
tiempos.
[iii]
Luciano Valencia, Breve historia de las personas con discapacidad (pdf)
[iv] 1531, Advertencia al querido pueblo
alemán.
[v] https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cronolog%C3%ADa_de_la_historia_LGBT#Siglo_XVI
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