PAREDON PAREDON
Cuando la dictadura se agotaba, salíamos a ganar las calles gritando PAREDON, PAREDON A TODOS LOS MILICOS QUE VENDIERON LA NACIÓN Estabamos sin duda recurriendo a la metodoligía del enemigo. Las únicas que se mantuvieron coherentes fueron las madres que sin pedir jamás venganza pedían juicio y castigo. Hoy me dan ganas de gritar Paredón a pedraza que ha vendido la nación. Pero me conformo con juicio justo y castigo.