¿Porqué gana siempre el poder?
Hay un cuento de Borges que siempre me llamó la atención, el de las “ruinas circulares”, donde un hombre llega a unas ruinas olvidadas de un dios que ya no recibe adoración de los humanos con el propósito de soñar un hijo que pueda llegar a imponerse en la realidad. Después de varios vaivenes el dios que era fuego le concede el deseo con una condición y una advertencia: cuando aquel hijo soñado llegara a ser real, debería instruirlo para ser sacerdote en otro templo olvidado río abajo y la advertencia era de que nunca se acercara al fuego pues al no quemarse comprendería que sólo era un sueño. Una mañana al despertar, aquel hombre vio su sueño hecho realidad. Lo instruyó y lo mandó al templo olvidado. Pasaron varios años hasta que unos pescadores llegaron contando hazañas de un sacerdote río abajo con tantos poderes que el mismo fuego le obedecía. Nuestro soñador, preocupado de que su hijo sienta el oprobio de comprenderse sólo un sueño se aventuró río abajo. Encontró el templo en