NI UN PASO ATRÁS
Palabras extraídas de la Conferencia de prensa concedida por Felipe Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, a la prensa nacional y extranjera, efectuada en el MINREX, el 24 de octubre del 2007, "Año 49 de la Revolución."
Dijo que Estados Unidos es el mayor proveedor de ayuda humanitaria a Cuba y que el año pasado fueron 270 millones de dólares; que es el país que más ayuda, dijo, a Cuba.
Estos extremos de hipocresía, de falta de elemental respeto a la verdad, realmente han sido escasos. Esto es un nuevo récord, vamos a decir, de la impudicia.
Averigüé, por curiosidad, sobre los 270 millones... El año pasado a Cuba entraron desde Estados Unidos 5 millones de dólares en materiales, donativos, computadoras de uso, ómnibus de uso, lo que han traído los Pastores por la Paz, los grupos religiosos de Estados Unidos, las organizaciones no gubernamentales, en abierto desafío a las prohibiciones y a la persecución del régimen de Bush. Es lo que muchos de los mejores hijos del pueblo norteamericano, a riesgo de enfrentar penas de prisión, multas, la persecución de su propio gobierno, han hecho llegar a Cuba por vías disímiles; 5 millones, que nosotros apreciamos como símbolo y expresión de los mejores valores del pueblo norteamericano.
El Presidente de Estados Unidos dice que, el año pasado, ellos son el gobierno que más ha ayudado a Cuba; en el año, precisamente, cuando más bloqueo, más persecución ha habido, cuando han multado a los grupos religiosos que venían a Cuba, a las instituciones religiosas, cuando han llevado su persecución al punto de la esquizofrenia.
debo recordar aquí, que se puede ser el más poderoso, pero no el más respetado; se puede tener la capacidad de destruir a un país con un ataque nuclear, pero no de levantar simpatía; se puede ser temido, incluso, pero eso no quiere decir que se sea querido o apoyado
Aquí tengo una noticia de hoy, solo una. Mientras el Presidente de Estados Unidos leía la diatriba anticubana que allí le prepararon, Cuba resultaba elegida en París miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, por 157 votos, de los 175 posibles; el país con más votación de todo el Tercer Mundo para integrar el Consejo Ejecutivo de la UNESCO; el país que más votos obtuvo en el Hemisferio Occidental, incluso, más votos que Estados Unidos; como expresión del reconocimiento a Cuba, que se eligió miembro del Consejo de Derechos Humanos con más de dos tercios de los votos, en la misma elección a la que el gobierno de Estados Unidos no concurrió por temor a no ser elegido; el país que preside el Movimiento de Países No Alineados, y cuya batalla el año pasado fue apoyada en Naciones Unidas nada más y nada menos que por 183 de los 192 miembros de las Naciones Unidas.
Está solo el Presidente de Estados Unidos. Está furioso, además; está desesperado. Es comprensible, prometió resolver la situación de un plumazo a aquellas mafias cubanas en Miami, que lo llevaron a la presidencia de modo fraudulento, que aplicaron las mismas tácticas que aplicaban aquí antes del triunfo de la Revolución, y que permitieron que, después de una controversial y polémica elección que tuvo durante un mes al mundo viendo aquel espectáculo deprimente, finalmente fuera proclamado por la diferencia de un voto en la Corte Suprema.
¿Con qué autoridad usted se erige en juez de los derechos humanos y la democracia en los otros países? Usted no tiene autoridad moral, señor Presidente; usted no tiene credibilidad. Dos tercios de los norteamericanos sienten vergüenza de usted. Usted tiene menos de 25% de apoyo de la opinión pública de su país. Usted está —como se dijo en estos días por el compañero Alarcón— empacando para irse. No lo subestimamos, por supuesto, usted es peligroso, usted tiene poder; pero usted no tiene apoyo, usted no tiene credibilidad, usted no tiene autoridad; nuestro pueblo lo sabe; ha lidiado, además, antes de usted, con otros nueve presidentes de Estados Unidos, y está aquí y va a seguir aquí. Crece la unidad de nuestro pueblo; pero, además, acabamos de tener una prueba: unas elecciones ejemplares en su transparencia, en su organización, en la masividad de la asistencia popular, sin que el voto fuera obligatorio. Más del 95% de asistencia, con más de 8 100 000 cubanos participando en esas elecciones, en una muestra ejemplar de civismo, de cultura política, donde no se dio un escándalo, nada parecido a lo que ocurrió en Miami cuando a usted lo eligieron Presidente fraudulentamente. Unas elecciones que cualquier observador honesto tiene que reconocer que han transcurrido en un ambiente de normalidad y de participación popular; en medio de un debate popular ejemplar, en Cuba, sobre nuestras dificultades, sobre nuestros problemas, estimulado por la Dirección de nuestro Partido, a partir de la discusión del discurso de Raúl el pasado 26 de julio.
Oiga, un mensaje tengo para el Presidente de Estados Unidos: Usted delira, está delirando. Usted le está hablando a un ejército libertador. Usted olvida que en Cuba el ejército es el pueblo uniformado. Usted olvida que más de 350 000 cubanos vistieron voluntariamente ese uniforme para ir a enfrentar al régimen del apartheid que Estados Unidos y otros países occidentales apoyaban, y que hicieron posible con su victoria la liberación de Namibia, la preservación de la integridad territorial de Angola, la liberación de Mandela, la legalización del ANC, el surgimiento de una Sudáfrica sin apartheid. Usted olvida eso.
Usted les promete a los combatientes de la seguridad cubana, si no reprimen el alzamiento que dice usted que va a haber en Cuba, perdón para el futuro. Usted olvida que esos hombres y mujeres llevan medio siglo derrotando los más de 600 planes que ustedes organizaron para tratar de asesinar a Fidel, que derrotaron la guerra sucia y las bandas armadas que ustedes organizaron y suministraron en las montañas de Cuba, que han derrotado los planes de terrorismo contra Cuba. Usted olvida que los hombres y mujeres que llevan ese uniforme son el pueblo en el poder, porque aquí hay una Revolución victoriosa que ustedes no han podido derrotar. Usted se equivoca.
Les propone, les promete a los funcionarios del gobierno que si traicionan a su pueblo y se pasan de bando y se presentan allí ante usted, usted les perdonará en el futuro la vida. Usted se equivoca, usted no conoce a este pueblo. Usted cree que este pueblo son gente de la categoría de los mercenarios que ustedes pagan aquí.
Por otro lado, ha habido el intento en ese discurso de justificar su política hacia Cuba en una supuesta defensa de la democracia, de los derechos humanos, y nosotros respondemos que el presidente Bush no tiene autoridad moral para dictarles a los cubanos lo que deben hacer. Usted no es un libertador, señor Bush; usted es un brutal represor. Su régimen ha invadido, ha masacrado, ha torturado en nombre de la libertad. Usted avergüenza a sus compatriotas.
Usted autorizó la existencia de cárceles secretas, de vuelos clandestinos. Usted legalizó el uso de la tortura, del vejamen a los prisioneros. Usted mantiene el centro de torturas en la Base Naval de Guantánamo, que ha sido mundialmente repudiado. Usted autorizó la invasión y la ocupación de Iraq que ha costado más de medio millón de vidas de civiles inocentes. ¿Con qué moral usted puede venir a dictarles a los cubanos pautas sobre su futuro, su concepto de respeto a los derechos humanos o su sistema democrático?
El Presidente anunció tres nuevas iniciativas sobre Cuba, prueba ya de que casi no queda nada que ensayar contra Cuba; ya no queda prácticamente nada que emplear. Dijo que estaba dispuesto a considerar el otorgamiento de licencias a organizaciones no gubernamentales y a grupos religiosos para que suministren computadoras a los jóvenes cubanos y al pueblo cubano y acceso a Internet, si el gobierno cubano les permite el acceso a Internet. Un anuncio ridículo, que movería a la risa si no estuviera insertado en este recrudecimiento de la política contra Cuba, en un país que, pese al bloqueo y las prohibiciones y haciendo enormes esfuerzos —porque no se pueden comprar computadoras que tengan componentes norteamericanos o de origen norteamericano en el mercado internacional para Cuba—, tiene ya más de 500 000 computadoras instaladas, que el año que viene instalará otras 150 000 y que a partir del año que viene podrá ya ensamblar y producir aquí en nuestro país 120 000 nuevas computadoras por año; donde funcionan hoy 602 Joven Club con más de 7 000 computadoras que dan acceso gratuito a Internet a más de 2 millones de cubanos por año, que han graduado 1 300 000 jóvenes cubanos en estos años, que imparten 32 tipos distintos de cursos de computación gratuitamente, operando las 24 horas del día, que incluyen programas especiales para proveer acceso a la computación a los ciegos, a las personas con discapacidades, a los ancianos. Y usted le ofrece unas computadoras que serían traídas por unas ONG, que serían organizaciones pantalla del gobierno de Estados Unidos. Es una oferta ridícula que nuestro país rechaza, lógicamente, y no se toma en serio.
Además, anunció invitar a jóvenes cubanos, hijos de sus contrarrevolucionarios en Cuba y de sus mercenarios, a un programa de becas que han implementado para América Latina, por tres años; a un país que tiene 65 universidades, donde se imparten 99 carreras universitarias y donde estudian hoy 730 000 jóvenes cubanos, 69 de cada 100 jóvenes cubanos que están en la edad de ir a la universidad, la más alta tasa entre los países del Tercer Mundo, y que compite favorablemente y, cuidado si no somos, el país donde mayor proporción de jóvenes en la edad de 18 a 24 años pueden ir a la universidad. Un país que tiene en este momento 30 000 jóvenes de 120 países del Tercer Mundo becados gratuitamente en sus universidades, 23 000 de ellos estudiando la carrera de Medicina.
Hablarle de unas becas a un país donde estudian hoy 70 000 jóvenes cubanos totalmente becados en las universidades, no solo estos jóvenes de otros países, sino también más de 40 000 jóvenes cubanos, que reciben la alimentación, el alojamiento, estipendio, libros, atención médica gratuita; un país que ha universalizado el acceso a la educación, que tiene hoy 3 millones de estudiantes, cuyos logros en esta materia son reconocidos mundialmente.
Ese es el mensaje que tenemos para el Presidente imperial que amenaza con guerras en las que él no va a participar, que amenaza con invasiones que él ordenará desde la retaguardia de su confortable refugio; pero que nosotros, si llega el momento, enfrentaremos en la primera trinchera junto a nuestro pueblo.
Muchas gracias (Aplausos).
Comentarios
1) CUANTITATIVO
NO SABE CONTAR
2) EL PEOR...CUALITATIVO
ES UN HIJO DE RE MIL PUTA!!
JUAN
VIVA CUBA, VIVA LA REVOLUCION, VIVA FIDEL !!!!
Ernesto
Saludos ilusos
PD: COn respecto al logo a mi no me interesa estar al sur del continente, eso es autodiscriminarse pensar que estamos abajo.