"NAVIDAD Y LA UTOPIA DE JESÚS "

HÉCTOR CAMPOS (Héctor es el “Teólogo Taxista de Capital. Fue alumno de teología de la liberación en el Hotel Bauen y en Mate Amargo)

Se acerca la Nochebuena y la Navidad y sin duda muchos de nosotros nos reuniremos en torno a la mesa familiar con nuestros seres queridos: familiares, amigos, compañeros, etc. Levantaremos las copas y brindaremos que hace 2005 años nació Jesús, en Belén.
Pero también es preciso que rescatemos el Jesús histórico, del Jesús que pretendieron y pretenden mostrarnos distintas religiones para apoderarse de su proyecto y ponerlo al servicio de la dominación.
El proyecto de Jesús es el de una sociedad antimonárquica, antijerárquica, igualitaria, comunitaria, un proyecto verdaderamente revolucionario. El proyecto del reino de Dios implica el rechazo de toda economía de acumulación individual. Este proyecto conoce 2 clases de enemigos: el interno y el externo.
El interno está formado por grupos que comienzan con un determinado proceso de acumulación y genera desigualdad. El externo son los diversos imperios que se suceden en la media luna de las tierras fértiles que va desde la Mesopotamia al este, de Egipto al oeste, por allí pasan los imperios egipcios, babilonios, persas, romanos, que se constituirán en enemigos del proyecto del reino de dios.
Dominación externa de los imperios por una parte y dominación interna de las clases sociales por otra son circunstancias fundamentales, en las cuales Jesús anuncia el reino de Dios como propuesta, proyecto y utopía liberadora.
Los Bienes deben ser compartidos. Las dos multiplicaciones de los panes narrados por el Evangelio de Marcos significan que compartiendo el pan éste alcanza para todos, que pueden comer hasta saciarse y aún sobra.
Por otra parte, el proyecto del reino implica un cambio profundo en la concepción y en la práctica del poder político.
De poder de dominación y opresión debe transformarse en poder de servicio. Las verdaderas tentaciones de Jesús fueron las tentaciones del poder de dominación que él tuvo que vencer. De su movimiento participan hombres y mujeres de los sectores dominados, lo prepara en Galilea y luego va a Jerusalén, para enfrentar a los poderes opresores hegemónicos. Allí se produce su muerte, un verdadero asesinato político cometido por el imperio romano, cuyo dominio en la región se veía amenazado por la prédica y la práctica propuesta por Jesús.
El mensaje dé Jesús de Nazaret nos dice que la utopía que surge del corazón de los pobres, de los que no tienen poder, del "grano de mostaza" ha de triunfar sobre todo poder opresor, que el poder como servicio triunfará sobre el poder como dominación. Es importante recuperar la gran utopía del reino de Dios, que ha de confluir con otras utopías, provenientes de religiones indígenas, del anarquismo, del marxismo, del judaísmo, del mahometismo, del humanismo, del ecologismo y de movimientos culturales. Todas estas utopías impulsarán la gran utopía que como fermento alimentará el proyecto de una sociedad en la que podamos vivir como hermanos.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿CUÁL ES LA VERDADERA RELIGIÓN? (comentario teológico de gran profundidad)