Harán mercadería de vosotros
2ª Pedro 2:1-3


“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre ustedes falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. 2 Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado. Y por avaricia harán mercadería de ustedes con palabras fingidas. Sobre los tales ya hace mucho tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme”

Tengo un amigo en el campo que acaba de cumplir 78 años. Todas las mañanas se levanta a las 4 de la mañana y se va en su bicicleta a atender 300 vacas. Las suelta para el pastoreo, les da ración, se fija si están enfermas y si tienen alguna necesidad. A la tarde las encierra y así a diario. El gana menos que el valor de una vaca... Pedro dijo, “Harán mercadería de ustedes”; lo que no dijo es que el hombre es la mercadería más barata.

Pero empecemos por el principio y definamos qué es mercadería. Según el diccionario de economía política mercadería es “producto del trabajo destinado a satisfacer alguna necesidad del hombre y que se elabora para la venta, no para el propio consumo”
[i] Toda mercancía posee dos propiedades, tiene un doble carácter: Valor de consumo y valor de cambio, o dicho en criollo: valor y precio, al primero lo determina la necesidad al segundo el capricho.

Así el dios del capitalismo se llama dinero. El dinero fija el precio de la mercadería aunque esta no tenga valor, toda mercadería, dijimos, es más cara (no más valiosa, por supuesto) que quien la produce.

Es así como la ministra de la suprema corte de justicia, Carmen Argibay, cuenta en un reportaje que en nuestra legislación vigente: “tiene más pena los delitos cometidos contra la propiedad que contra la vida”
[ii]

He aquí la gran trampa del capitalismo. En la Edad Media, lo vinculante entre todos los hombres era la religión. Mal o bien, Dios era el nexo vinculante entre los hombres. Después de la revolución burguesa, cuando el hombre creyó independizarse de Dios, supuso que la nueva sociedad que estaba naciendo tenía como vínculo al propio hombre. Hoy sabemos que no es así. El capitalismo es profundamente individualista, no le interesa el otro sino sólo como mercancía.

Hay un sólo factor vinculante en el capitalismo actual: no es Dios, tampoco el hombre, es la mercancía. Botón de prueba es el ALCA, un tratado de libre comercio que busca imponer EEUU a toda Nuestra América. Ese tratado propone que la mercadería pueda transitar libremente y sin restricción de ninguna índole todas las naciones americanas. Al mismo tiempo pretende hacer un muro desde el Pacífico hasta el Atlántico para que no ingrese ningún latinoamericano.

La mercadería puede pasar. El hombre no... sólo cuando necesitan mano de obra barata o indeseable. Sólo cuando el hombre es mercancía barata...

“Harán mercadería de vosotros” es una profecía que se cumple en el imperialismo capitalista, el más grande engaño satánico de todos los tiempos.




[i] Diccionario de Economía Política de Borísov, Zhamin y Makárova
[ii] página 12. Domingo 30 de Julio de 2006 pag. 2

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