Generacion de Víboras

Son palabras que Jesús les dijo a los políticos hipócritas de sus días y que tienen el mismo peso que decir hoy «hijos de p....» (con el perdón de las prostitutas que, al decir también de Jesús, irán antes que ellos al Reino de los Cielos)

Yendo a San Antonio de Areco, escucho en la radio dos noticias: una me llena de esperanzas, la otra me la quita.
Este año la cosecha de Soja en Argentina, será récord. Entre 38,5 y 40 millones de toneladas, superando no sólo su propia cosecha histórica sino también, siendo el país que más soja coseche en la temporada.
La otra noticia: en Tucumán se murieron 4 chicos desnutridos...
Creo que a nadie le cabe ninguna duda; mientras busquemos salidas a la crisis en el factor económico estamos perdidos. La crisis argentina no es una crisis económica: la crisis argentina es una crisis moral.
Mientras un puñado de hombres se enriquecen, miles de excluidos mueren de hambre, desnutridos, viviendo en situaciones infrahumanas.
Parasitosis, se llama la enfermedad de turno de la pobreza. ¿a que se debe? A que los chicos duermen cobijados con sus perros, también desnutridos y sarnosos porque no tienen ni una manta. Y todo esto en un país con cosechas récord, un país que es más difícil fundir que hacerlo funcionar bien.
Ante tanta indignidad es difícil expresar una palabra. Creo que se agotaron las palabras, creo que es hora de actuar.
La Biblia dice:
¡Ay de los que dictan leyes injustas, e imponen tiranía, para privar de justicia a los pobres, y quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos!
Esas son palabras para ser tenidas en cuenta, palabras que le caben a todos los hipócritas. ¿Dónde está chiche Duhalde diciendo que su marido terminó con la indigencia? Yo la escuché decir esa mentira en radio nacional. ¿Dónde están los imbéciles que hablan del “veranito económico” que está viviendo Argentina? ¿Dónde ese hipócrita traidor que decía que con la democracia se come? ¿cuándo fue la última vez que Rodríguez Saa y Palito Ortega tuvieron hambre?
Esos chicos son la muestra más dolorosa del derrumbe de un sistema que enarbola la desigualdad social como la lógica consecuencia de su inmoralidad.
Es hora de cambiar la historia. Alguno preguntará: ¿podemos? la respuesta es ¡Debemos!, debemos construir un país diferente con una ética basada en la igualdad, la justicia y el amor. De lo contrario somos culpables de cada chico que muera desnutrido en cualquier rincón de nuestra Patria.
Es hora de arrebatarles lo que es nuestro por legítimo derecho, ellos están para servirnos, no para matarnos de hambre. Eso es lo que juran con una mano sobre la Constitución, aunque (tal vez en su consciencia cauterizada no lo hayan notado) hace ya tiempo, mucho tiempo que Dios y la Patria se lo vienen demandando.
¡Que se vayan todos!, es un grito de esperanza, un grito de Júbilo, una voz de guerra. ¡Que se vayan todos! Es la frase que debe hermanarnos a todos los argentinos en una lucha sin cuartel contra la miseria de los miserables, contra la injusticia de unos pocos soberbios, contra el hambre y la desocupación que han causado estos inoperantes políticos que, para colmo de males, arrastran sobre sus lomos la peor condena que puede tener un hombre: el olvido.

y de ellos sentirán dulzura los gusanos.
Nunca más habrá de ellos memoria,
como un árbol serán los impíos
quebrantados.
(Job: 24:20)

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