dice el inmigrante (parte uno)
El tema de
“los extranjeros” es un tema complejo que siempre trae aparejada una serie de
discusiones. Muchos países controlan y hasta prohíben a los inmigrantes. Les
niegan el acceso a documentación para luego darle el falso mote de “ilegales” y
poder perseguirlos con la conciencia más tranquilas (no los perseguimos porque
son extranjeros, los perseguimos porque son infractores de la ley…)
Argentina
fomentó la inmigración desde sus orígenes de organización nacional al punto de
cometer el pecado inverso: discriminar a los nativos.
Generación
del 37
La llamada
generación del 37, con Alberdi a la cabeza fomentó la inmigración europea.
Porque con tres millones de indígenas
cristianos católicos no realizaríais una república (1)
La idea del
padre de las Bases era, según escribe a Sarmiento, el
poblamiento rápido y denso con inmigrantes procedentes de la Europa avanzada,
nórdica o anglosajona (2)
Los
inmigrantes alemanes o ingleses harían de nuestra América una patria de verdad
debido a que con lo que tenemos, al decir de Alberdi no sacareis nada bueno.
Para el
filósofo de la generación del 37 no era un tema racista, él quería una nación
inserta en la revolución industrial y consideraba al nativo americano con
ninguna experiencia en el tema y no consideraba así al inglés o alemán que
habían experimentado dicha revolución.
No era así
con su amigo Sarmiento quien parecía creer en la superioridad genética de los
europeos del norte sobre nuestros hermanos americanos quien en una carta a Mitre
le asegura que mientras haya chiripá no
habrá ciudadanos (3)
Para el
prócer sanjuanino sí era una cuestión racial ya que: La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es
lo único que tienen de seres humanos (4)
En carta
a María Mann, Domingo Faustino asegura que con
emigrados de California se está formando en el Chaco una colonia
norteamericana. Puede ser el origen de un territorio y un día un estado Yanqui.
Con este concurso genético mejorará nuestra raza decaída. (5)
Queda
clara la diferencia entre un Alberdi que consideraba la “superioridad” nórdica
como cultural y un Sarmiento que la consideraba cuestión de raza.
De
cualquiera de las dos formas, vemos una marginación hacia el ser nacional
(aborígenes y criollos) ante la aparente superioridad del europeo. Todo el
esfuerzo de la generación del 37 estuvo puesta en la inmigración de la
superioridad intelectual anglosajona.
Generación del 80
La
generación del 80, hija intelectual de los pensadores del 37, se esforzaron en
hacer una argentina a imagen y semejanza de la Europa industrial.
Para esto es
necesario no solamente fomentar la inmigración de buenos ciudadanos europeos
sino la extinción de los bajos elementos nacionales. Para ello asumió en 1880
el célebre presidente Julio Argentino Roca quien llevó a cabo el genocidio
llamado “campaña al desierto”, continuación de la obra de Rosas y dejando a su
paso un tendal de muertos no sólo por la espada del Ejército Argentino sino por
enfermedades y miserias infectadas por la civilización europeizante. Parece ser
que la campaña no era “al desierto” sino más bien una campaña de
desertificación.
Pero la
campaña de Rosas – Roca no fue la única. Menos conocida pero igual de genocida
es la campaña que en 1879 hizo el Coronel Obligado al Chaco. Era necesario
eliminarlos, había que poblar el norte argentino con gente rubia.
Y la
inmigración comenzó a llegar. Gran número de personas bajaban diariamente de
los barcos para trabajar la tierra. Sin embargo, no eran los rubios nórdicos
que pretendían los intelectuales ochentosos. Italianos y españoles entre otros
fueron llenando conventillos, haciendo paros, propalando el anarquismo. La
chusma inmigratoria tomó la casa que la oligarquía argentina tenía preparada
para la “gente bien” de Inglaterra y Alemania que, misteriosamente, nunca
desembarcaron.
Anarquismo,
socialismo, paros, leyes laborales, ocho horas de trabajo, el tango, los
conventillos, los judíos, las culturas entreveradas asqueaban a los
intelectuales de la generación del 80 que encontraron en la ley de residencia
un escudo para defenderse de los avances de la chusma. Esta ley promulgada en
1902 también conocida como la “ley Cané” permitía expulsar a los extranjeros
revoltosos que pedían mejoras laborales sin juicio previo.
Inmigración
limítrofe
Aunque
parezca mentira, hasta no hace muchos años atrás, la inmigración de españoles e
italianos superaba a la de los países limítrofes. Desde la década del 90
Argentina es el país latinoamericano que más inmigración regional posee con más
de un millón y medio de inmigrantes provenientes de los países limítrofes y
Perú. Un cambio muy grande en un país donde no se tenía en cuenta a las
poblaciones originarias diciendo que los argentinos “venimos de los barcos”.
Desde 2004,
Argentina posee una ley de vanguardia donde se protege a todos los inmigrantes
con documentación y acceso igualitario a la salud y educación.
Sin embargo,
la ley no lo es todo y vemos con más frecuencia de la que quisiéramos a
trabajadores extranjeros reducidos a esclavitud.
Si bien la situación económica actual actuó
como fuerza centrífuga para los extranjeros que venían por motivos económicos,
la educación que es gratuita y (a pesar de los innegables esfuerzos de ciertos
sectores) de calidad, ha aumentado notablemente. La UBA por ejemplo, ha
aumentado su alumnado extranjero de 4598 en el 2007 a más de 12000 en el año
2013. Y no estamos hablando solamente de los países limítrofes; en 2009 el 39%
de los estudiantes eran sudamericanos y un 10% de Centroamérica. Pero también
tenemos un 16% de alumnos europeos un 27 de norteamericanos y un 1% de
asiáticos. (6)
Hay algo
interesante: ¿quién no escuchó en charlas de café criticar a los peruanos que
vienen a estudiar a nuestro país porque es gratis? Sin embargo, en el 2009
había en la UBA 87 alumnos de esa nacionalidad contra 187 alemanes y 940
estadounidenses (7) ¿alguna vez escuchó, estimado lector, quejarse de los
alemanes y norteamericanos que vienen a estudiar? Estimo que más de algún
lector se esté desayunando de estos datos ahora. Sin duda, la discriminación
hacia los inmigrantes latinoamericanos visibiliza su presencia mientras los
europeos cultos y los norteamericanos pasan desapercibidos. Parece que el
status y el color de la piel hacen visible a las personas.
Los
argentinos venimos de los barcos
Eso es lo
que nos quieren hacer creer. Según el genetista Daniel Corach más del 15 % de
los argentinos proviene de una genética amerindia, más de un 4 % son
afrodescendientes y tenemos un 63 % de la población que tiene antepasados
indígenas. (8)
La realidad
es que los que quieren mostrar una Argentina culta al estilo Sarmiento, deben
ocultar nuestro pasado aborigen. La campaña al desierto ha dejado las balas (no
todas) decidiendo usar el olvido y la ignorancia como poderosos fusiles puestos
al servicio de la propaganda extranjerizante.
(1) Ciapuscio Hector, El pensamiento filosófico político de Alberdi, citando
literalmente a Juan B Alberdi, pg. 164
(2) Ob cit 163
(3) Carta 24/09/1861
(4) Carta a Mitre 20/9/1861
(5) Hernandez Arregui, ¿qué es el ser nacional? Pg. 100
(7) Id
(8) http://es.wikipedia.org/wiki/Composici%C3%B3n_%C3%A9tnica_de_Argentina
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