SINCRETISMO Y NAVIDAD
En mi infancia, aunque mis padres no eran creyentes, siempre
se respetaron las tradiciones religiosas. En navidad, por ejemplo, armábamos el
arbolito con adornos multicolores y luces intermitentes debajo del cual, el viejo
gordo que nunca se acuerda que acá es verano, traía regalos para todos, chicos
y grandes. El pesebre con María, José, el niño Dios, un burro, una vaca,
pastores y ovejas a granel decoraba el mueble del comedor.
En esa época Jesús, todavía era parte de la navidad, se
hablaba del nacimiento y de los reyes magos que vendrían quince días después.
Más tarde me dijeron que Jesús no nació en diciembre sino,
posiblemente en marzo. Que la navidad es una fiesta que viene de otros lares y
que la iglesia primitiva adoptó mucho tiempo después de la muerte de Jesús para
sustituir dicha fiesta pagana por una tradición cristiana.
Así que Jesús no nació un 25 de diciembre, día en el cual los
argentinos comemos todas comidas europeas hasta el hartazgo. Nueces, almendras
y avellanas, todas comidas del invierno europeo son ingeridas en un clima que
pocas veces descendió de los 35 grados centígrados.
El hombre que otrora se llamara papá Noel, hoy Santa Claus,
baja por chimeneas inexistentes vestido de invierno a traer regalos a los
chicos que se portaron bien durante el año con unos renos que jamás un porteño
ha visto excepto, tal vez, en el zoológico de la ciudad.
No crean que me estoy volviendo uno de esos sectarios
anticatólicos que prohíben las tradiciones navideñas; en absoluto. Mis hijos
están esperando a papá Noel y yo los extorsiono a diario para que se porten
bien. Sólo escribo estas cosas para hacerles notar que cuando las tradiciones
son europeas el sincretismo es bien aceptado por el cipayismo cristiano. Pero
cuando un coya en el norte de nuestro país se arrodilla frente a una pucheta
con tres hojas de coca simbolizando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y les
hecha un poco de la sangre de Cristo
mezclada con avemarías y padrenuestros, a ese sí lo tratamos de sincrético y
nos rasgamos las vestiduras ante tanto paganismo.
Comentarios
Respetemos los festejos y tradiciones de cada cultura, sean celebridades religiosas o "paganas".