Reflexiones sobre carnaval y pascua


Es interesante, para calcular que días se celebran la muerte y resurrección de Nuestro Señor, se busca la primer luna llena de primavera. De allí, el primer domingo después de la luna llena es el domingo de resurrección. Claro, muchos se preguntarán porqué no se celebra en octubre o noviembre, es que estamos hablando de la primavera del hemisferio norte. Esto es debido a que el cristianismo es y se maneja como una religión pagana (no nos olvidemos que pagano quiere decir simplemente que no es de este pago)


Así vivimos todo el cristianismo en el tercer mundo: en Navidad los argentinos comemos nueces, los peruanos toman chocolate caliente con 50 grados de calor, terminamos todos con aftas e indigestión en el mejor de los casos, esperando un santo pagano con los colores de Coca Cola que a pesar de que hace años viene a América Latina, el muy nabo no se acuerda que es verano y viene emponchado como salió del polo norte.

Pascua quiere decir, tal vez entre otras cosas, pasar por alto, y eso es precisamente lo que hacemos, pasamos por alto hasta nuestro clima para festejar una fiesta de invierno en pleno verano, una fiesta de primavera en otoño, etc.

Cuarenta días antes de la primaveral fiesta de otoño celebramos carnaval. En cuanto al significado de esta palabra los estudiosos están divididos. Los más, dicen que deriva del italiano carne levare que nos habla de dejar la carne debido a que después del llamado miércoles de ceniza se deja la carne en un doble sentido: se deja de comer carne y se deja de alimentar a la carne con placeres mundanos como comidas deliciosas, alcohol y sexo.

El otro significado es el de carne vale en el sentido que esos días se le da rienda suelta al valor de la carne: son cuatro días en que la carne vale y al comenzar la cuaresma pierde su valor.

La cuaresma pasa así a ser un período de 40 días de preparación para celebrar la pascua. En dicha preparación se recomienda abandonar lo más posible todos los placeres de la carne para estar espiritualmente dispuestos para dicha celebración.

Así que la cuaresma, no sólo es una fiesta pagana (que no pertenece a nuestros pagos) sino también (valga el neologismo) biblicana (porque no pertenece a la ideología de los que decimos que la Biblia es nuestra única regla de conducta) Pues ¿quién dijo que para estar espiritualmente preparado tengo que abandonar la comida, la bebida, el sexo y todo lo que a mi cuerpo le resulte placentero? ¿Porqué pensar que el placer y el goce nos alejan de Dios? ¿No dicen las escrituras que comamos y bebamos y hagamos cualquier cosa pero todo para la gloria de Dios?

Yo, por mi parte voy a prepararme para la celebración de la semana santa (la celebración más importante a mi entender del cristianismo). El domingo de ramos tendré un hermoso asado entre amigos, empujado con un excelente Malbec que ya consagré para dicha celebración. Tal vez hasta baile. Voy a darle felicidad a mi cuerpo porque él (mi cuerpo) es lo único que tengo a mano para sentir, pensar, conocer y no podría acercarme a Dios sin este cuerpo que él me dio.

Es hora de dejar de pensar que todo lo que es carnal se opone a la verdadera religión porque lo único que se opone al señor es buscar abandonar el instrumento que el nos dio para relacionarnos no solamente con la naturaleza y los otros seres vivos sino para gozar de su presencia.

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