Cansados de no hacer nada

Estoy profundamente convencido de que si no hubiera existido un concilio vaticano II, la Iglesia Católica hoy sería un vago recuerdo; una pieza de museo. El concilio no sólo despertó a una iglesia decadente sino que hizo un gran aporte a toda la cultura. No habría existido una “Misa Criolla” declarada la obra religiosa del siglo, (premiada en Israel, Alemania, etc). Sin concilio Vaticano. Sin él no hubiese existido aquel “Vox Dei” que enloqueció con su “Biblia” a toda una generación. La Biblia gaucha, el Evangelio Lunfa, en fin. Obras de arte reconocidas a nivel mundial existen gracias a la idea revolucionaria de llevar a Cristo a la cultura de cada pueblo en contraste a la filosofía antigua que presuponía al diablo en toda civilización que no sea europea.
Algún hombre inteligente, viendo la iglesia católica agonizar pensó que “los cuerpos vivos o se adaptan o mueren” y dijo: hay que contextualizar a la iglesia. Palabra que le hace doler el alma a más de algún aspirante a teólogo en la actualidad. Sin embargo, aquellos teólogos sin contexto, no van a escuchar a un cura de sotana negra dar misa de espaldas y en latín. Tampoco van a esos cultos evangélicos en los que se hablaba un idioma extranjero cantando coplas foráneas en idiomas forasteros. Se han contextualizado, pero no se dan cuenta… o no lo quieren asumir.
Su Biblia ya no es la Vulgata latina, ni la Biblia del oso, sus mujeres no usan velo ni enmudecen en la congregación, tampoco pretenden salvarse teniendo hijos. Sin embargo, cuando teólogos de nombre dicen “hay que poner a Cristo en un contexto latinoamericano” ponen el grito en el cielo. No quieren saber nada con traer la teología a estas latitudes porque eso, claro está, genera un compromiso que no están dispuestos a asumir. Los saca de atrás del escritorio (o de debajo de la cama). A quien contextualiza su teología no lo abruma el laberinto sin fin que proponen las vanas teorías o huecas sutilezas. Ya no piensa con la cabeza sino con pies y manos, todo teólogo contextual, se embarra con el fango de la historia.
La teoría sola, sin praxis real es agotadora, cansa, fatiga. La teología del camino es práctica, se construye desde el trabajo cotidiano, desde la relación con el otro, desde la lucha y el trabajo por la justicia.
Es la teología que predicamos en la red del camino, en la Fraternidad Teológica, en la Agrupación para el Honbre Nuevo. Una teología que llena los pies del polvo del camino, que nos preña de utopías y nos hace caminar hacia un horizonte que no vemos pero por la fe sabemos que está. Por la fe caminamos junto a nuestros hermanos, ni adelante ni atrás, hacia la aurora de la justicia e igualdad que sabemos alumbrará la tierra nueva.
La otra teología, la que no es teología del camino, la que no tiene nombre, sólo se sienta frente a una computadora, disfraza a sus representantes de intelectualoides que tratan a los pobres de sucios, grasientos y asquerosos y se van a dormir cansados de su arduo trabajo que consiste en no hacer nada.
Son teólogos sin contexto, teología sin historia. Con un Dios siempre extranjero que está en los cielos y nunca entre los pobres. Teólogos de pacotilla con filosofías foráneas que, para colmo de males, tienen bajo la cruz del sur, el estigma trágico de la esterilidad.

Comentarios

Anónimo dijo…
Toda teoría sin contexto real, sin acción, es palabrerío barato.
Excelente el artículo del Lic. Cruces.
Cruces si es un teológoco de 1ra!!!
He visto blogs de teologos de escritorio que dan asco.
Anónimo dijo…
Cuanta razón hay en estas palabras.
Anónimo dijo…
esos teóricos ¿son teólogos o babys checopar?
Anónimo dijo…
a muchos les sale humo de la cabeza, son deformes, tienen la cabeza henorme y los pies y las manos atrofiadas por falta de uso
alfredito
Anónimo dijo…
Excelente post.
Rome
Anónimo dijo…
buen trabajo pensando en los intelectualoides setentistas (los que ganaron en el 70. Torturadores pro)
Gracias por hacer publicidad permanente a Teologia Sin Nombre. Es usted muy amable.
claudio dijo…
De nada mi amigo, pero para serle sincero, no le jago propaganda. De hecho, y perdone mi ignorancia, no conozco este espacio. Los je sentido nombrar, se que existen, pero no conozco sus tendencias ideológicas ni de dónde son, ni quienes los componen. Si pudiera desasnarme se lo agradecería
Y disculpe la molestia
Anónimo dijo…
Usted habla de la "Teología que no tiene nombre"
Gabriela
claudio dijo…
jajaja
no, no seas paranoica.
Es un dicho popular "esto no tiene nombre". creo que ellos juegan con eso también. Pero yo particularmente no me refiero a ese grupo que incluso, he leido y algunos me han gustado mucho. Claudio
Anónimo dijo…
¿no son simples teóricos los "sin nombre"?
claudio dijo…
no. Siempre generalizar es malo.

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