Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tienen necesidad
hermanos, de que yo les escriba. Porque ustedes saben perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos una repentina destrucción, como los dolores de una mujer en parto qué es imposible escapar.
Sin embargo ustedes hermanos, no están en la oscuridad para que ese día los sorprenda como ladrón
(1 tesalonisenses 5: 1 – 4)


Son profundamente sorprendentes las palabras de Pablo, hasta parecen contradictorias con las enunciadas por Jesús en Mateo 24. Mientras el maestro dice: “y oirán de guerras y rumores de guerras”, Pablo parece sugerir otra cosa: “cuando digan paz y seguridad...”
Jesús nos dice que en los últimos tiempos “oiremos de guerras”, Pablo nos dice que nos hablarán de paz. ¿Cómo resolveremos esta aparente contradicción?

Eric Arthur Blair, un novelista que nació en la India a principios del siglo 20 y que escribió bajo el seudónimo de George Orwell tal vez nos ayude a desentrañar esta paradoja.

En 1949, Orwell escribió una novela que se tituló 1984. En esta novela futurista habla de un mundo dominado por tres potencias en continua beligerancia. Algo esencial para la economía de los tres dominios.

El protagonista principal de esta novela, Winston, trabajaba en el ministerio de la verdad manejando las noticias para que llegue al pueblo sirviendo al propósito de los gobernantes. Ese gobierno empleaba lo que se dio en llamar “Newspeak” (neo lengua) con ese lenguaje no se ocultaba información pero sí el contenido de la misma. ¿De qué manera? Mediante técnicas tales como la tergiversación, la quita o la inversión del significado, se despojaba de todo sentido al discurso así que, las palabras mencionadas ya no servían para comunicarse sino que eran una serie de onomatopeyas sin sentido alguno. De esta forma: “el delito de pensar será literalmente imposible, porque no habrá palabras para expresarlo. Cada año el grado de conciencia se vuelve un poco menor”
[i]

Cuando hablamos de “doblepensar” o de “doblehablar”, estamos hablando de palabras que se pronuncian con significado opuesto, una táctica muy usada por aquellos que quieren disimular el verdadero sentido de lo que están diciendo. Así, por ejemplo, cuando con un propósito económico quieren bombardear aldeas indefensas con mujeres embarazadas, ancianos y niños; hablan de “pacificación”; o cuando quieren hacer de un Estado independiente una colonia le dicen “estado libre asociado”. De esta manera, quien se revelaría ante el hecho de ser una colonia dominada por un imperio, se siente orgulloso de estar asociado a este (aunque “libre asociado” sea sinónimo de colonia)

Lo que se busca con esta verborragia incoherente es quitar la imagen de la palabra. Cuando escuchamos “pacificación”, la imagen que viene a nuestra cabeza, no es la de aquella aldea, cuando se habla de “Estado Libre”, no pensamos en “colonia o cuando Blumberg habla en Argentina diciendo que “hay que aumentar la seguridad”, nadie sospecha que se está aludiendo a la represión que pretenden imponer a un pueblo que sufre.

Ejemplo de Nuevo lenguajeLos pobres se llaman carentes o carenciados. La expulsión de los niños pobres se llama deserción escolar. Los criminales que no son pobres se llaman psicópatas. Los Países pobres son países en vías de desarrollo. Para decir ciegos, se dice no videntes. Un negro es un hombre de color. En lugar de dictadura, se dice proceso y las torturas se llaman apremios ilegales.No se dice muerte, sino desaparición física.Donde dice larga y penosa enfermedad, debe leerse cáncer o sida; repentina dolencia significa infarto.Los muertos por bombardeos ya no son muertos: son daños colaterales.No se dice capitalismo, sino economía de mercado.A la ley de la ciudad la llaman ley de la selva.
[ii]
En resumidas cuentas: cuando Pablo dice que nos hablarán de paz, es cierto, pero esa paz de la que el poder nos habla, si ponemos nuestros oídos atentos, son los “rumores de guerra” que nos menciona Jesús. Por eso el maestro nos dice: “les dejo mi paz pero no como la da el mundo”. Porque la paz que da el mundo es una paz violenta, es violencia definida bajo el nombre de paz.

Lo conocemos bien; la “pax americana”, la paz de los cementerios, la paz que nos dice: “hay que matar a todos los que alteran la paz”. Habrá paz siempre que cumplan con la política dominante: el piquetero tendrá paz siempre y cuando no corte la ruta (aunque se muera de hambre), el obrero tendrá paz cuando no haga paro pidiendo aumento de sueldo (aunque con ese sueldo no llegue a fin de mes). En otras palabras: habrá paz siempre y cuando recibamos con gozo la violencia... La Biblia nos dice que la paz es fruto de la justicia, no de la subordinación a la violencia. La paz del mundo es subordinación a la violencia de este sistema; la paz bíblica es hija de la justicia y la igualdad. Cuando veamos a la justicia y la igualdad prevalecer, veremos la bandera de la paz flameando bien alto. Cuando el sistema nos dice “paz y seguridad” nos está hablando de destrucción.

No hay mejor definición de aquel Newspeak que las palabras del poeta Rafael amor:


Yo en patas y hambreada soy la violencia
Ellos armados, hablan de paz







[i] De la obra 1984
[ii] Eduardo Galeano

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿CUÁL ES LA VERDADERA RELIGIÓN? (comentario teológico de gran profundidad)